Carrot cake. Tarta de zanahoria, queso y nueces
Muchos son los que se muestran reticentes a probarla al no considerar la zanahoria golosa, sin embargo, esta tarta sorprende con su sabor suave y equilibrado, sus ingredientes se combinan haciéndola jugosa y dulce. ¡No os resistáis a probarla!
El carrot cake o tarta de zanahoria es una tarta con historia. Sus orígenes se remontan a la Edad Media. En aquella época los endulzantes eran poco accesibles por su precio y escasez, mientras que la zanahoria era mucho más común. Por ello era habitual que se utilizara para elaborar dulces, como el pudin. Pero no sería hasta finales del siglo XVI cuando se empezaría a utilizar para elaborar bizcochos similares a los que conocemos hoy.
El término “carrot cake” comenzó a ser utilizado por los estadounidenses a principios del siglo XX aunque adquirió popularidad en el Reino Unido por el racionamiento durante la Segunda Guerra Mundial. Al principio resultaba una combinación novedosa, pero pronto se hizo una receta común. Hacia finales del siglo XX, por la influencia europea, se le añadió un elemento básico de la receta que conocemos hoy, el frosting de queso.
Como hemos visto, en la receta de esta tarta se mezclan variadas influencias a lo largo de siglos, pero finalmente los estadounidenses la tomaron como suya, hasta el punto de que a día de hoy forma parte de su recetario tradicional.
Ingredientes para el bizcocho (molde de 18 cm):
- 240 ml de aceite de girasol suave
- 4 huevos M
- 400g de zanahorias (enteras, sin pelar)
- 280g de harina
- 200g de azúcar moreno
- 2 cucharaditas de bicarbonato
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1 pizca de sal
- 2 cucharaditas de canela
- 150g de nueces
Preparación del bizcocho:
Precalentamos el horno a 170 grados con calor por arriba y por abajo. En un bol grande batimos los huevos junto con el azúcar y el aceite. Pelamos, lavamos y rallamos las zanahorias. Le quitamos el exceso de agua con papel de cocina absorbente, dejándole un poco para que aporte jugosidad a la tarta. Las añadimos a la mezcla.
En un recipiente aparte, mezclamos la harina, la sal, la canela, la levadura y el bicarbonato. Añadimos esta mezcla a la anterior tamizando bien. Por último añadimos las nueces troceadas.
Pintamos el molde con mantequilla derretida y horneamos durante 50 minutos aproximadamente, o hasta que al pinchar con un palito, este salga limpio.
Ingredientes para el buttercream:
- 100 gr mantequilla sin sal
- 500 g de azúcar glas
- 300 g de queso crema (tipo Philadelphia)
- Extracto de vainilla (opcional)
Preparación del buttercream:
Batimos con las varillas de la batidora la mantequilla en pomada durante un minuto aproximadamente. Añadimos el azúcar glas tamizado. Cuando ambos ingredientes estén bien integrados añadimos el queso (mejor que esté frío) junto con el extracto de vainilla. Batimos un poco más y tendrás listo un buttercream delicioso.
Si el bizcocho está frío, será la hora de montar la tarta. Si vamos a extender el buttercream con una espátula o lengua, es mejor que éste no esté excesivamente frío para que sea más moldeable. En cambio, si vamos a ponerlo con ayuda de una manga pastelera o queremos hacer algún decorado, sí deberá estar lo más frío posible.
Empezamos cortando el bizcocho en tres capas del mismo grosor, nosotros lo hacemos con una lira, pero puede hacerse con un cuchillo de sierra y paciencia. Extendemos buttercream hasta que tenga aproximadamente 1cm de grosor sobre cada una de las dos capas inferiores. Montamos las tres capas y por último, decoramos la capa superior y los laterales al gusto.
Con las cantidades indicadas en los ingredientes tendremos para poner dos capas de relleno de buttercream y para decorar por fuera la tarta de un molde de 20 cm de diámetro.