Crumble de manzana
La primera vez que probé este postre fue en casa de unos amigos y me sorprendió la deliciosa combinación que hacen el crujiente crumble y la manzana cocinada.
Es un postre que transmite sensación hogareña, ideal para disfrutarlo en las tardes de otoño e invierno que, además, es temporada de recolección de manzanas.
Ingredientes (para 4 personas):
- 4 manzanas medianas
- 150 g de harina
- 1 ramita de canela o una cucharadita de canela en polvo
- Unas gotitas de esencia de vainilla
- 3 cucharadas de azúcar moreno
- 3 cucharadas de azúcar blanco
- 100 g de mantequilla
- Helado de vainilla (para acompañar)
Preparación:
Pelamos las manzanas y las cortamos en gajos o cubos. Los ponemos en una olla pequeña y le añadimos el azúcar moreno y la canela. Las cubrimos con agua y las ponemos a fuego medio hasta que estén blanditas, pero no rotas.
En un cuenco ponemos la harina, el azúcar blanco y la mantequilla en pomada (podemos meterla unos segundos en el microondas para que se ablande y sea más manejable). Mezclamos con la mano formando una especie de migas.
Encendemos el horno a 180 grados por arriba y por abajo.
Cuando las manzanas estén cocidas, las escurrimos (olerá tan bien que nos dará pena tirar ese agua aromatizada…), dejamos que se enfríen un poco, y las ponemos en una fuente apta para horno. Las cubrimos con la mezcla de harina y metemos en el horno hasta que esté dorado, unos 12-15 minutos.
Acompañamos con una bola de helado de vainilla.