Crema ligera de calabacín
El calabacín es una verdura muy completa, pues contiene un porcentaje muy alto de agua, lo que lo hace hipocalórico, y tiene vitaminas y minerales como magnesio, fósforo y potasio.
Esta crema de calabacín no lleva nata ni leche evaporada ni caldo, pero la podemos llamar crema porque queda muy suave y densa. Solo con dos ingredientes principales tenemos una cena rica y sana.
Ingredientes (para 4 personas):
- 2 calabacines
- 1 cebolla
- Sal
- Pimienta negra
- Aceite de oliva
Preparación:
Si queremos darle un toque más verde a la crema podemos dejar la piel del calabacín, esta contiene la mayoría de las vitaminas y es rica en fibra. Al quitarla hacemos que la crema tenga un sabor más suave.
Lavamos bien los calabacines y, según el gusto, los pelamos. Los cortamos en rodajas y estas a su vez en cuartos.
Picamos la cebolla y la pochamos a fuego lento en una sartén grande o cacerola con un poco de aceite de oliva durante unos 5 minutos. A continuación añadimos los calabacines y cocinamos durante unos 15-20 minutos. Tapamos la sartén para que suden y removemos de vez en cuando con una paleta.
Cuando los calabacines estén tiernos, salpimentamos y los pasamos al vaso de la batidora. Los trituramos hasta obtener una textura homogénea y cremosa. Probamos y rectificamos de sal ¡y a cenar!
Consejillos:
- Podemos añadir picatostes de pan para darle un toque crujiente.
- Si queremos hacerla más cremosa aún, podemos añadir 2 quesitos en porciones que, además, le aportarán sabor.